Con los datos que se tenían del producto interno bruto (PIB) al primer trimestre de este año, la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (CASALCO) manejaba una proyección de que en el segundo trimestre el sector tendría un decrecimiento del -15 %. Sin embargo, los resultados oficiales publicados por del Banco Central de Reserva arrojaron una contracción del -17.5 %.
José Antonio Velásquez, director ejecutivo de CASALCO, explica que esta caída equivale a unos US$325 millones menos del aporte de la industria al PIB. Con esta tendencia, el sector de la construcción espera cerrar el año con un aporte al PIB de aproximadamente US$1,241 millones, pero las proyecciones finales se tendrán al concluir el tercer trimestre.
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Según El Economista, el impacto de los tres meses de paralización total de la actividad de la construcción pasó su factura. En términos de empleos directos, se perderían un 26 % del total, equivalentes a unos 7,000 puestos de trabajo, que pueden significar hasta 52,000 junto con los empleos indirectos que se generan.
La construcción salvadoreña venía de una racha de crecimiento de 8.7 % y 6.69 % en 2019 y 2018, respectivamente y de no haber ocurrido la paralización económica por la pandemia de covid-19, la industria pudo haber alcanzado a finales de 2020 más de US$1,500 millones.
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