Por CDP América Latina & KAS – EKLA Programa de Seguridad Energética y Cambio Climático de la Fundación Konrad Adenauer, Andreia Banhe, gerente-senior de Ciudades, Estados y Regiones de CDP América Latina, Hannah Corina, asistente de Ciudades, Estados y Regiones de CDP América Latina, Nicole Stopfer, directora del Programa Regional Seguridad Energética y Cambio Climático en América Latina (EKLA) de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y Anuska Soares, coordinadora de proyectos del Programa Regional Seguridad Energética y Cambio Climático en América Latina (EKLA) de la Fundación Konrad Adenauer (KAS)
A pesar de tratarse de un problema global, los riesgos climáticos impactan de manera diferente en cada región, colocando especialmente a la población y la economía latinoamericana en peligro por su carácter particular En el contexto socioeconómico, el cambio climático agudiza la disparidad en el acceso a alimentos y agua potable, e impacta, en especial, a la agricultura en locales productivos actualmente, principal actividad económica de la región. Como ejemplo, entre junio y agosto de 2018, el Corredor Seco Centroamericano* redujo la producción agrícola en hasta un 75% y más de 1,4 millón de personas necesitaron asistencia, lo que resulta en que hoy en día más de 2,2 millones de personas en esos países sufren con la inseguridad alimentaria.
La diversidad biológica, entre otras cosas, también puede ser perjudicada, siendo que muchos países considerados mega biodiversos se encuentran en América Latina y pueden estar amenazados por la degradación de la naturaleza y fenómenos climáticos, impactando inclusive al turismo, otro importante factor económico en la región. En Bolivia, por ejemplo, las altas temperaturas llevaron a la extinción de la más alta estación de esquí del mundo, el Chacaltaya debido al derretimiento del glaciar del mismo nombre.
Sin embargo, los cambios del clima también brindan oportunidades de inversión, algo importante en un escenario de recesión económica mundial causada por la pandemia del coronavirus. Un plan para asignación de recursos en una economía verde en América Latina y El Caribe podría generar 22,5 millones de empleos en sectores como agricultura regenerativa, energía renovable, gestión de bosques, construcción sostenible y otros. Algunos países latinoamericanos ya están elaborando sus planes de recuperación económica, como Colombia, que incluye soluciones basadas en la naturaleza (como restauración de áreas degradadas, arborización urbana y reducción de la deforestación), además de US$ 4,7 mil millones anunciados para acelerar 27 proyectos de energía renovable, aspirando a 55 mil nuevos empleos. En Brasil, el plan de recuperación verde traería en 2030 un aumento acumulado de hasta R$2,8 billones en el PIB para el país, comparando con la actual tendencia (business as usual)7. Los escenarios mencionados también (o sobre todo) están afectando a las ciudades de América Latina, razón por la cual CDP & ICLEI ofrecen una plataforma donde las ciudades pueden monitorear e identificar los impactos.
En 2020, 293 municipios que participaron de la Plataforma Unificada de Reporte CDP-ICLEI reportaron sus peligros y oportunidades relacionados al cambio climático. Esos municipios corresponden a aproximadamente 147,5 millones de habitantes, representando el 23% de la población de América Latina y el Caribe.
Riesgos climáticos
De estos, 274 municipios reportaron al menos una amenaza, totalizando 1153 peligros relacionados al cambio climático. Algunos riesgos fueron agrupados para ofrecer una mirada más amplía de las vulnerabilidades latinoamericanas. Entre los riesgos más inminentes en la región se identificaron: Tempestades (30%), Inundaciones (16%), Calor extremo (14%), Escasez hídrica y Sequías (13%) y Peligros Biológicos (8%).
Un ejemplo de municipio afectado por tempestades es la ciudad de Correa, en Argentina donde las lluvias extremas están impactando ya de manera negativa a la agricultura y la ganadería, principal actividad económica de la ciudad. Además de eso, el aumento en la frecuencia de las tempestades puede afectar a los servicios de energía y comunicaciones.
Con respecto al calor extremo, la ciudad de Hermosillo, en México, reporta que las altas temperaturas causan efectos adversos a la salud, normalmente asociados a la exposición al calor extremo o incluso cambios extremos de temperatura. Por ejemplo, caminar en la calle bajo 45° C, mientras que en la oficina o en el coche hagan 20°C, causa choques térmicos que bajan la inmunidad de la población. Esto no solo causa una alta demanda de energía para soportar los aparatos de refrigeración sino aumenta los costos del sistema de salud.
En la ciudad de Alajuela en Costa Rica han sido los períodos de sequía que están aumentando en intensidad y duración, situación que afecta a manantiales y sistemas de suministro de agua potable para consumo, obligando el gobierno local a formular estrategias de racionamiento para el uso del recurso hídrico.
Con respecto a las inundaciones, la ciudad de Bogotá, en Colombia, estima que más de 6 mil personas y el 30% del área urbana estén bajo algún grado de amenaza de inundaciones, siendo las áreas más sensibles, como a orillas de ríos y en las laderas de montaña, las que coinciden con los mayores índices de pobreza y densidad poblacional.
Riesgos relacionados a la salud
En la categoría “riesgos relacionados a la salud”, 174 municipios respondieron acerca de la salud urbana y clima. Entre estos municipios, 85 (49%) de ellos enfrentan riesgos a la salud pública o en los sistemas de salud asociados al cambio climático.
De un total de 763 riesgos relacionados a la salud que pueden empeorar con el cambio climático, los más frecuentes son: Enfermedades infecciosas por vectores (13%), como el aumento en la incidencia de dengue y chikungunya, así como Enfermedades relacionadas al calor (10%), como rash cutáneo, hinchazón y problemas respiratorios, además de Interrupción del agua (9%) que afecta a la higiene y la sanitización de los ambientes, Infecciones por agua y alimento (8%) y Aumento de síntomas de enfermedades crónicas (8%) como asma y bronquitis. Como ejemplo, tenemos el caso de Ayuntamiento de Xapala, en México, que relata que, con el aumento de las temperaturas y de las inundaciones, la ciudad notó un aumento en la incidencia de casos de dengue. En 2020, el municipio ocupó el primer lugar en el estado en número de casos, con 1.350 confirmados y 4.541 considerados probables. Esta situación llamó la atención pues se dio en una región de montaña, a más de 1400 metros sobre el nivel del mar, donde el dengue no era un problema hace algunos años.
Con respecto a Enfermedades relacionadas al calor, la ciudad de La Unión, en Costa Rica, reporta que, en 2020, se realizó un estudio de identificación de las islas de calor en la ciudad, las que fueron asociadas con daños a la salud pública, como insolación, agotamiento por el calor, calambres, erupción cutánea y malestar general.
En Quito, Ecuador, los cambios del clima impactaron el acceso a los recursos hídricos. Se identifica el impacto a la salud de la población, debido a las limitaciones del suministro de agua, en que el consumo y el saneamiento se ven perjudicados, además del aumento de enfermedades debido a la reducción de la calidad del agua.
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¿Cómo las ciudades de América Latina están aprovechando las oportunidades? 180 ciudades identificaron 630 oportunidades en sectores como: Gestión de Residuos (13%), Eficiencia energética (11%), Proyectos de resiliencia climática (10%), Riesgo reducido para el capital natural (9%), Sector de transporte sostenible (8%). Con respecto a la gestión de residuos, tenemos el proyecto Red de Recuperadores Ambientales de la ciudad de Barranquilla, en Colombia, que les brinda capacitación técnica, jurídica y operativa a las personas que trabajan con reciclaje, de manera que ellas puedan crear sus propias empresas. Hasta el 2018 fueron 1000 gestores capacitados por la municipalidad
En Avellaneda, Argentina, se vieron oportunidades en eficiencia energética. La municipalidad incorpora dispositivos inteligentes de iluminación y refrigeración que reducen el consumo de energía y constituyen una verdadera iniciativa de eficiencia energética a través del Programa Local de Eficiencia Energética en Edificios Públicos. Así, los edificios públicos pueden ser considerados como modelos para que se replique la iniciativa en el ambiente doméstico y empresarial.
La Ciudad de San José en Costa Rica, implementó proyectos de resiliencia climática: a través del reporte climático a CDP, así como la inclusión del análisis del cambio climático en los trabajos municipales, la ciudad logró obtener financiamiento por medio de agencias de cooperación y bancos de la región. Con eso, fue posible ejecutar proyectos de mejoría urbana que incluyen componentes que buscan el aumento de la resiliencia urbana, el rescate de áreas de protección fluvial y la mejoría de la condición social de diversas poblaciones de San José.
En la categoría “riesgo reducido para el capital natural”, la ciudad de Campo Grande, en Brasil, encontró la oportunidad de crear varios parques y áreas verdes, además de inversiones en concientización, con la creación y mantenimiento de cuatro centros de educación ambiental.
Además de esas categorías, para el sector de transporte sostenible, también se reportó el caso de Santiago de Surco, en Perú, en que el principal objetivo del Programa BiciSurco es promover el uso de la bicicleta como medio de transporte ecológico, saludable y rápido, permitiendo el préstamo de bicicletas y la construcción de ciclovías que integren los diferentes barrios del municipio.
Este informativo basado en los datos colectados en la plataforma unificada de reporte CDP-ICLEI va en línea con los resultados del último reporte del IPCC en que podemos concluir que América Latina, y con esto sus municipios, sin duda tiene que jugar un rol importante en encontrar soluciones que pueden y deben sumarse a las estrategias de mitigación y adaptación. Los ejemplos aquí reportados muestran que ya existen oportunidades importantes. Sin duda, es necesaria la cooperación entre países y entre sectores, sea desde la integración regional como desde las alianzas entre la ciencia y política y sector público y privado para generar relaciones simbióticas de beneficio para todos.
El artículo fue elaborado con base en el informativo Cambio Climático: Riesgos y Oportunidades identificados por los municipios de América Latina
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