Por: Andrea Pinto, Arquitecta en Garaki
Los restaurantes eran un punto de encuentro donde bastaba una buena comida y buena atención al cliente para tener éxito. Los hoteles no eran más que un lugar donde dormir mientras estabas fuera de casa, nada muy pretencioso.
Ahora el mercado y los consumidores son mucho más exigentes, más exquisitos y están en búsqueda de nuevas propuestas que sean únicas e innovadoras. Buscan vivir diferentes experiencias multi – sensoriales.
El éxito de un buen negocio o empresa ya no se resume en un buen producto o atención al cliente. Es mucho más que eso, es la suma de estos y varios elementos más.
El buen diseño y ejecución del espacio llega a ser parte esencial
Actualmente el espacio es el “showroom” para el producto en venta o el servicio que se busca prestar. El diseño del establecimiento forma parte de la estrategia de cualquier empresa, la venta entra por los ojos.
Espacios como restaurantes, hoteles, oficinas y tiendas de productos ahora utilizan el espacio como medio de expresión de la marca, este espacio es el vehículo para comunicar y transmitir los objetivos, ideales y esencia de la marca que esta en exposición.
La imagen hará dirigirse al target o grupo objetivo, haciendo que el consumidor identifique rápidamente qué tipo de servicio o producto se esta ofreciendo.
Las empresas y marcas tienen una única oportunidad para captar al cliente, impresionarlo, hacerlo identificarse con el espacio y crear una experiencia única.
Una imagen bien pensada y adecuada para un negocio genera un valor agregado para los clientes y por consecuente a las empresas generando más ventas y rentabilidad.
Podemos decir que ahora los espacios están sustituyendo las grandes vallas publicitarias, es la tarjeta de presentación.Este espacio debe estar en sintonía con el concepto del negocio. Desde el interiorismo, materiales, colores, la música, cómo huele el espacio, cómo te hablan y se visten las personas que atienden y marketing sensorial.
No olvidando que la tecnología es nuestra aliada, ahora las redes sociales nos brindan la oportunidad de tener publicidad orgánica a cualquier parte del mundo. Si un visitante del negocio comparte una foto del espacio o de la experiencia que esta viviendo, es una oportunidad de tener alcance a miles de personas fácilmente.
Toda esta parte viéndolo desde la parte estética y sensorial. Sin embargo, el diseño es mucho más que un ejercicio de embellecimiento cuando la parte funcional es igual de importante.
El flujo del espacio puede anular o ayudar un negocio
Por ejemplo, si el concepto del restaurante es comida rápida, los flujos deben ayudar a cumplir estos objetivos, el diseño de una cocina esta directamente relacionado a que la comida pueda salir en el tiempo esperado. La distribución interna de trabajo para los colaboradores debe tener óptimas condiciones teniendo impacto directo en su desempeño y atención al cliente.
Podemos describir al diseño como la unión entre la parte creativa, bella y la parte funcional, operativa. Esta fusión de partes, solo se logra haciendo un buen análisis de la marca y entendiendo bien al cliente potencial que esta por utilizar el espacio, vivir la experiencia y comprar el producto.
La unión de estas partes llegan a ser un reto para el diseñador, teniendo como desafío cumplir todas las expectativas y necesidades para un mercado mucho más exigente, amplio en intereses y un mundo globalizado, pero siempre buscando la individualidad, personalización y autenticidad del espacio y marca.
Un buen diseñador sabe que diseñar no significa ser todo para todos.
A medida que existen más opciones de productos, marcas, serviciosy la competitividad se vuelve más grande, el diseño llega a ser un punto clave para esta diferenciación. Siendo el espacio una forma de captar más clientes y que estos quieran volver. Esto solo se puede lograr por medio de un diseño coherente e innovador.
Redes: @andreapintof / @garaki.taller
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