Por: Jose Toruño, director de ITSACEROS
El acero expresa rigidez, limpieza y modernismo. Tiene la característica particular de brindar libertad a los diseñadores para jugar con más formas y texturas que, por su naturaleza, limitan al concreto.
Las características favorables de las estructuras de acero son muchas, tales como la habilidad para lograr construcciones más altas y esbeltas. El acero es más eficiente en terrenos pequeños con mayor área útil; menor necesidad de espacio para la obra; una modulación con mejor desempeño en la fabricación y montaje; precisión que favorece la utilización de otros componentes industrializados de cierre y fachadas.
La facilidad de ejecutar grandes áreas y ocupar menos espacio estructural son factores que explican, por ejemplo, por qué en las estructuras comerciales y en centros educativos la solución son estructuras de acero.
La precisión en sus estructuras, con tolerancias en base a milímetros, en conjunto con su característica modular, ha viabilizado a la industria de los sistemas complementarios que necesitan estandarización, como los aceros y diferentes tipos de paneles para interiores y exteriores.
Las estructuras metálicas son idóneas para proyectos que exigen grandes luces (espacios entre columnas) o grandes alturas, ya que este tipo de estructuras conlleva sistemas estructurales con componentes más livianos y fuertes. El sistema más adecuado debe vencer las grandes luces y alturas para ocupar el menor espacio estructural y liberar áreas para la ocupación útil de la edificación.
La estética en las estructuras de acero inspira una característica de modernidad en la obra, y por ello existe una tendencia a exponer la estructura como parte principal de la arquitectura, con elementos rectos, con líneas marcadas, inclinados, grandes luces y equilibrio.
Es importante recordar que la estructura expuesta tiene mayores costos de protección y mantenimiento. Por lo tanto, se debe graduar el nivel de exposición al mínimo necesario para garantizar una estética compatible con cada tipo de edificación. Sin embargo, si los elementos estéticos son apenas decorativos, sin función estructural, el resultado artístico casi nunca es bueno.
La construcción con acero es uno de los métodos más rápidos, limpios y conscientes que existen en la actualidad. Racionalidad en el uso de los materiales y el bajo nivel de desperdicio son características que favorecen al acero en cuanto al impacto al medio ambiente. Espacios abiertos que permiten iluminación y ventilación naturales representan economía de energía y disminuyen la contaminación ambiental.
Cabe destacar que agotada la vida útil de la edificación, el acero puede regresar en forma de chatarra a los hornos de las plantas siderúrgicas para ser reprocesado sin pérdida de calidad. El acero es el material más reciclado en el mundo (30% de la producción mundial tiene como base acero reciclado).
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