Bajo este modelo se desarrollan sistemas que no solo buscan llevar a las personas de manera más rápida y segura de un lado a otro.
Aunque desde el inicio de los estudios sobre urbanismo han existido teorías y estrategias en busca de crear ciudades que mejoren la calidad de vida de las personas, conforme crece la población mundial y se agravan los problemas sociales por falta de planeación los expertos se han preocupado más por ampliar el conocimiento existente y aplicarlo.
Uno de los ideales más conocidos es el del barrio de 15 minutos, con el que se busca que las personas tengan acceso a todos los servicios (escuela, empleo, comercios y entretenimiento) a máximo 15 minutos a pie, con infraestructura de alta calidad. Sin embargo, en la actualidad hay un segundo plan que está proliferando: el Modelo Dona, explicó Diana Rivero, responsable de Desarrollo Comercial, Puertos, Puentes Grandes y Estructuras de Egis México.
El objetivo es “que podamos tratar el progreso en las ciudades sin pasar el techo ecológico”, mencionó la experta, por lo que el prototipo está formado por dos aros, uno es la base social en el que se encuentran las necesidades que deben ser abordadas como la alimentación, igualdad de género, paz y justicia, voz política, la salud, el agua, la energía, entre otras, y un techo que es el límite y que tiene que ver con el medioambiente.
Este tope debe ser respetado para lograr tener un balance, y se compone del cambio climático, calentamiento global, reducción en la capa de ozono, entre otros. En el interior de estos dos componentes es el espacio seguro en donde la humanidad puede prosperar, “una smart city no solo es por la tecnología o datos que se usan, es por los humanos, porque si las personas no aportan con sus actividades, no se pueden lograr mejores ciudades y más inteligentes”, apuntó Diana Rivero de Egis, empresa de ingeniería y consultoría de infraestructuras urbanas y ferroviarias.
Bajo este modelo se desarrollan sistemas que no solo buscan llevar a las personas de manera más rápida y segura de un lado a otro, en el caso de la movilidad, sino hacerlo de manera sustentable a través de movilidad inteligente, en el que se logre reducir las emisiones CO2, reducir accidentes de tráfico y aumentar la accesibilidad.
Ciudades como Copenhague y Ámsterdam ya desarrollan su crecimiento a través de este modelo y en México algunas estrategias están por dar inicio, como el on-street parking, un método en el que los automóviles se estacionan en una calle completa para no entorpecer el tránsito de otras vías. Es decir, dejar el automóvil en un estacionamiento establecido y caminar al resto de la ciudad.
Diego Niño, director Comercial de Egis México, compañía que también se dedica a mantenimiento carretero, explicó que estas acciones se pueden implementar también en la capital del país a pesar de la densidad poblacional. Y menciona que la priorización del transporte público eléctrico es uno de los primeros pasos.
En Latinoamérica es posible implementar este modelo, aunque de manera más lenta. De acuerdo con Diego Niño, al estar las economías más rezagadas en comparación con Europa, se espera que sean primero países de esta región los que prueben las estrategias para después también recibir financiamiento.
Además, el tamaño de los países de América también complejiza las estrategias. En el caso de los barrios de 15 minutos, por ejemplo, en Latinoamérica se traduce en barrios de 30 minutos, mínimo.
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