La sostenibilidad tiene que dejarse de ver como una moda o una tendencia y darle su papel como una necesidad que todos los países deben abordar.
Por: Luis Fernando Arévalo, luis.arevalo@connectab2b.com
Guatemala cuenta en la actualidad con un total de 91 proyectos certificados ambientalmente en tema de sostenibilidad, experimentando en los últimos 5 años un crecimiento considerable en la adopción de buenas prácticas ambientales.
El Guatemala Green Building Council (GGBC), ha jugado un papel determinante en este proceso, su actual directora ejecutiva, Pamella Castellán, cuenta con 10 años de pertenecer a esta institución, pero toda una carrera enfocada en promover la construcción verde.
Desde la perspectiva de sostenibilidad ¿cómo ha evolucionado el sector construcción en los últimos 10 años?
El tema de construcción sostenible ha tomado mayor relevancia en el sector, esto debido a que es una tendencia global. Hace 10 años se dieron los primeros proyectos que buscaban incorporar elementos de sostenibilidad en sus diseños y que buscaban una certificación.
En ese momento era un tema de liderazgo, tendencia e innovación. Eran obras con presupuestos importantes para hacer este tipo de inversiones que en ese momento se requerían. Eso ha cambiado, dado que en Guatemala ahora ya se tienen servicios especializados, capacidades técnicas y también tecnologías y recursos disponibles en el mercado, ya no es difícil encontrar soluciones que aporten a la sostenibilidad del proyecto.
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En los últimos 5 años el crecimiento de la construcción sostenible ha sido de un 130%, es decir que de tener 12 proyectos certificados, ahora tenemos 91 en el país. Ha sido un cambio importante, de toda la cadena de valor, desde los desarrolladores, los fabricantes y proveedores de servicios. El siguiente paso es que el usuario final demande este tipo de prácticas para cerrar este círculo virtuoso y que la construcción sostenible siga avanzando.
¿Cuáles han sido los principales impulsores de esta evolución?
En primer lugar el cambio de mentalidad, vemos a una nueva generación de desarrolladores que vienen con esa intención de incorporar esto en sus proyectos. Por otro lado, los incentivos financieros han jugado un papel importante. Los bancos tienen un rol determinante para impulsar la construcción sostenible y que los desarrolladores volteen a ver este tipo de prácticas como una ventaja competitiva.
Además, en el caso de la Ciudad de Guatemala, tenemos algunos incentivos para el tema de vivienda prioritaria que han venido a impulsar que más viviendas integren estos criterios de sostenibilidad. Esto ha sido muy importante porque nos ha permitido desmentir que construir sostenible es más caro.
¿Cuáles serán las tendencias que veremos en los próximos años?
La sostenibilidad se sigue percibiendo en Guatemala como que se trata de algo emergente, como que fuera algo nuevo, pero realmente incorporar criterios de sostenibilidad es regresar a las bases del diseño, volver a poner a las personas en el centro, retomar prácticas que emulan la forma de operar de la naturaleza, como por ejemplo el tema de ventilación cruzada y la iluminación natural que son prácticas ancestrales. No es algo nuevo, sino más bien es volver a los orígenes, volver a la base y que se percibe como innovación.
¿Cómo ha impactado la tecnología en la industria de la construcción?
La tecnología siempre ha sido un aliado para el sector, desde la maquinaria que se utiliza, los materiales de construcción, los métodos de producción con menores impactos, reutilización de materiales, reincorporación de desechos como materias primas, siempre ha sido un aliado el tema de la tecnología.
En el tema de eficiencia energética la tecnología ha jugado un rol bastante importante en sistemas no solo de generación de energía alternativa (solar y eólica), sino también en temas de automatización, iluminación y sensores de ocupación. Igualmente, los sistemas de Building Management System para la administración de edificios, son un ejemplo de cómo la tecnología ha ayudado al sector construcción en ser más eficiente y tener información adecuada para la toma de decisiones.
¿Cómo están respondiendo las empresas de construcción al desafío de la sostenibilidad?
Están respondiendo positivamente. Creo que estamos comprendiendo que no se trata de una moda o tendencia, sino más bien es una necesidad que como humanidad tenemos que voltear a ver. En Guatemala lo que promovemos es que sea una construcción sostenible resiliente, tenemos que prepararnos para el impacto del cambio climático y poder responder de una mejor manera.
El reto todavía es enorme pero creemos que las empresas están mostrando su compromiso y muestra de ello es que hoy en día los miembros del GGBC son más de 100 empresas y organizaciones aliadas, esto nos muestra que hay ganas de impulsar que esto sea la única manera de construir en Guatemala.
¿Cuáles son las prácticas más innovadoras en términos de construcción sostenible?
Es interesante porque cuando se piensa en innovación siempre se piensa en tecnología y si, es un factor que impacta bastante, pero también es importante como decía anteriormente, volver a las raíces y tomar esos criterios básicos y lógicos del diseño basado en las personas, en las condiciones climáticas y del terreno.
Los casos más innovadores alrededor del mundo ahora son proyectos que los caracterizan por su simpleza y sus características minimalistas, volviendo a la base de cumplir las necesidades de las personas. Lo que más me sorprende en los personal son los avances en cuanto a materiales, en cómo la economía circular está siendo cada vez más evidente en el sector construcción, ver esas innovaciones en tecnologías de acabados con materiales de bajo impacto ambiental.
¿Cómo visualiza los próximos 10 años?
Nuestro propósito como GGBC y mi propósito personal es lograr que en Guatemala construir sostenible sea la única manera de construir, así que sueño con que existan normativas, incentivos y todas las condiciones para que en Guatemala la sostenibilidad no sea negociable y sea viable y rentable para todos los proyectos en todos los lugares de nuestro país.
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