Sensores de monitorización en tiempo real, la analítica avanzada y las plataformas de gestión remota, logran un seguimiento continuo de los sistemas hídricos
Las inundaciones son un fenómeno natural que ha afectado gravemente a diversas regiones del mundo, y Latinoamérica no es la excepción. El cambio climático y la variabilidad de fenómenos como El Niño han incrementado la frecuencia y severidad de estos eventos, intensificando las pérdidas humanas y económicas y forzando desplazamientos masivos.
Los casos recientes son prueba clara de esta urgencia, en el 2024, el estado brasileño de Rio Grande do Sul enfrentó unas de las peores inundaciones de su historia con pérdidas económicas estimadas en casi US$7.000 millones. Según el Instituto Nacional de Meteorología, en su capital, Porto Alegre, en mayo se rompió el récord histórico de precipitaciones desde 1916, acumulando lluvias cinco veces mayores a la media mensual.
La gestión de inundaciones en Latinoamérica se enfrenta a una serie de desafíos complejos. Según indica Idrica, muchas ciudades carecen de infraestructura adecuada, como sistemas de drenaje eficientes, y el cambio climático ha incrementado la frecuencia e intensidad de los desastres, con países como Brasil pasando de registrar solo cuatro inundaciones en 2013 a 79 el año pasado, según datos de Oxfam Intermón.
Además, la falta de coordinación entre entidades y las limitaciones tecnológicas dificultan las respuestas rápidas y efectivas. Para hacer frente a estos retos, las ciudades latinoamericanas necesitan implementar tecnologías digitales que permitan anticipar y gestionar de forma proactiva los efectos de las inundaciones, protegiendo tanto las infraestructuras críticas como el bienestar de sus comunidades.
La digitalización se presenta como una herramienta fundamental para la gestión de inundaciones en Latinoamérica. “Las tecnologías digitales, como los sensores de monitorización en tiempo real, la analítica avanzada y las plataformas de gestión remota, permiten un seguimiento continuo de los sistemas hídricos, siendo cruciales en una región donde los eventos climáticos extremos están en aumento”, apuntan desde Idrica.
En este punto, Silvia Escamilla, Business Development Manager en Xylem, destaca: “La digitalización mejora significativamente la capacidad de respuesta temprana. Al tener datos en tiempo real, los operadores pueden identificar riesgos, monitorear el aumento de los niveles de agua y emitir alertas mucho antes de que el agua llegue a niveles críticos.” Este enfoque no solo ayuda a prevenir daños en la infraestructura, sino que también contribuye a salvar vidas al reducir el impacto de los eventos extremos.
La digitalización también ofrece la posibilidad de hacer simulaciones y modelaciones predictivas, ayudando a prever cómo se comportarán los caudales de agua ante una tormenta intensa. Esto permite diseñar planes de contingencia más sólidos y enfocados en la mitigación de riesgos. Nicolás Monterde, COO de Idrica para Latinoamérica, destaca: “La capacidad de anticipar eventos extremos mediante el uso de modelos predictivos es fundamental para mejorar la resiliencia de las ciudades. No solo nos ayuda a planificar mejor, sino que también optimiza la asignación de recursos, permitiendo a las autoridades reaccionar de manera más efectiva y rápida cuando se presentan situaciones críticas.”
La importancia de las alertas tempranas en la gestión de inundaciones porque permiten a las autoridades y comunidades anticiparse a eventos críticos, brindando tiempo para activar planes de emergencia y reducir el impacto de las inundaciones. La capacidad de emitir advertencias con anticipación puede ser decisiva para salvar vidas y proteger propiedades.
El sistema integra información detallada sobre la topografía y las características del terreno junto a modelos hidrológicos avanzados, para representar cómo podrían comportarse los ríos y canales ante fuertes lluvias. Así, puede anticipar tanto las áreas propensas a inundarse como la gravedad de los posibles impactos en infraestructuras y comunidades. Para Idrica, entre las tecnologías principales se destacan:
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Monitorización del nivel del agua en ríos, embalses y canales en tiempo real, para identificar aumentos repentinos.
Pluviómetros automáticos que registran la cantidad de lluvia en zonas específicas.
Satélites meteorológicos, que proporcionan datos actualizados del clima, ayudando, junto a modelos predictivos, a prever tormentas intensas que podrían provocar inundaciones.
Inteligencia Artificial (IA) que analiza patrones históricos de precipitación y caudal, facilitando predicciones sobre futuras inundaciones.
Big Data y análisis predictivo, que permite integrar datos históricos y actuales de múltiples fuentes para realizar simulaciones precisas.
Sistemas de Información Geográfica (SIG), que representan visualmente áreas vulnerables en mapas detallados y ofrecen una visión en tiempo real del avance de las aguas y las áreas afectadas, apoyando a las autoridades en la gestión del riesgo.
Una de las innovaciones más significativas en este ámbito es el módulo Early Warning System (EWS) de Xylem Vue powered by GoAigua, con el cual no solo se monitorea, sino que transformamos datos en acción. Cada alerta que se emite es una oportunidad para salvar vidas y minimizar daños.
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