La investigación destaca que los precios de vivienda experimentaron un crecimiento más lento en los núcleos urbanos de estas ciudades en comparación con los suburbios y otras áreas metropolitanas.
La pandemia de covid-19 generó cambios significativos en la forma en que las personas trabajan, viven y compran en las ciudades de todo el mundo. Uno de los cambios más notables fue el traslado repentino de muchos empleados de las oficinas tradicionales a sus hogares, como respuesta a los confinamientos y cierres de oficinas. Este cambio, facilitado por la tecnología de trabajo remoto, llevó a una disminución en la demanda de espacio de oficina en los núcleos urbanos de las ciudades, mientras que la adopción del trabajo híbrido persiste entre muchos empleados de oficina.
Estos cambios de comportamiento tienen un impacto importante en el mercado inmobiliario de las "ciudades superestrella", término utilizado para describir ciudades con una parte desproporcionada del PIB urbano mundial y del crecimiento del PIB. En los núcleos urbanos de estas ciudades, la tasa de vacancia de oficinas y locales comerciales ha aumentado significativamente desde 2019, mientras que los precios de las viviendas han experimentado un crecimiento más lento en comparación con los suburbios y otras ciudades.
Un estudio realizado por el Instituto Global McKinsey analiza la demanda futura de espacio de oficinas, residencial y comercial en varias situaciones. Según estos modelos, se espera que la demanda de espacio de oficinas y comercios sea generalmente menor en 2030 que en 2019, aunque las reducciones anticipadas son menores que las proyectadas por otros investigadores. Además, se prevé que los efectos secundarios de estos cambios sean complejos, con ciertos tipos de ciudades y vecindarios siendo más afectados que otros.
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El trabajo híbrido ha demostrado ser una tendencia duradera, con una disminución del 30% en la asistencia a la oficina en comparación con los niveles previos a la pandemia. Si bien esta tendencia ha variado según la industria y el vecindario, se ha observado una estabilidad en la asistencia a la oficina desde mediados de 2022. Sin embargo, persiste una incertidumbre sobre si esta situación se mantendrá, ya que factores como la dinámica del mercado laboral y la relación entre el trabajo híbrido y la productividad podrían influir en los cambios futuros.
Durante la pandemia, muchos hogares abandonaron los núcleos urbanos de las ciudades superestrellas, con una tasa de migración neta hacia los suburbios que se aceleró aún más. Si bien esta migración se ha desacelerado en los últimos tiempos, todavía se observa un éxodo neto de personas de los núcleos urbanos. La encuesta realizada por el McKinsey sugiere que el trabajo híbrido ha sido un factor importante en esta migración, con un 20% de los encuestados que indicaron que su mudanza fue posible debido a la posibilidad de trabajar desde casa de manera más frecuente.
A medida que las ciudades continúan adaptándose a esta nueva realidad, surgirán oportunidades para una transformación histórica de los espacios urbanos, promoviendo la flexibilidad y la adaptabilidad como clave para la prosperidad futura.
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