La iluminación LED cuenta con múltiples ventajas al ser instalada en centros hospitalarios. Es la opción más sostenible ya que permite la reducción de costos y energía hasta en un 80%; además, la distribución, diseño y tonalidad de las luminarias brindan la opción de crear un entorno armónico para la recuperación de los pacientes y ayudan a los profesionales a desarrollar sus tareas de forma eficiente.
Para potenciar estas ventajas, se deben distribuir las luminarias de tal forma que establezcan una perfecta tridimensionalidad del espacio para no afectar la rutina de los pacientes y personal médico, ya que un mal sistema de iluminación altera una serie de funciones en el cuerpo humano, provocando trastornos como dolores oculares y de cabeza, fatiga, falta de energía, desconcentración, mala actitud, desánimo, y se asocia también con dolores musculares debido a malas posturas.
Para evitar ese tipo de afectaciones, Juan Calderón, diseñador de productos LED de Sylvania, comparte una serie de recomendaciones para iluminar cada espacio según cada necesidad:
• Salas de espera: la iluminación debe ser dinámica y su distribución indirecta, es decir, que la luz no impacte a las personas. Se recomienda una tonalidad blanca cálida.
• Pasillos: pacientes, personal médico y otras personas caminan a diario por estos espacios, por lo que las luminarias tienen que estar distribuidas a lo largo de los mismos y su tonalidad debe ser blanca cálida y blanca.
• Oficinas de consulta médica: el personal médico tiene que leer la información o revisar el estado de salud del paciente, por eso, es preferible que la luz sea general y dirigida, con tonalidades blanca y luz de día.
• Salas de pacientes: es importante crear una armonía para la relajación de las personas, en estos sitios se requiere que la iluminación sea distribuida por todo el espacio y su tonalidad es blanca y blanca cálida.
• Quirófanos: la luz debe estar en dos direcciones: general y dirigida, ya que el personal requiere de iluminación adecuada en cada operación, pero también a lo largo del espacio, en tonalidades fría o como se le conoce luz de día (6500K). Dichas luminarias deben cumplir los requerimientos para cuartos limpios (certificaciones de hermeticidad IP, UL, entre otros).
• Farmacias: las luminarias para este tipo de laboratorios utilizan componentes y filtros que no generen una reproducción de color, por medio de un tipo de luz con una frecuencia de 600 nanómetros (tipo ámbar), evitando que se genere una reacción química cuando se preparan y manipulan de antibióticos.
• Exteriores de centros de salud: una iluminación general, con luminarias que cumplan requerimientos de hermeticidad IP (protección contra la humedad y el polvo), de seguridad como UL (sello internacional), entre otros. Además de una mezcla de las tres tonalidades.
“Dentro de la distribución arquitectónica de centros hospitalarios, existen espacios que desarrollan actividades muy específicas y que requieren de equipos especializados para funcionar de una manera correcta, en ellos se incorporan las luminarias. El diseño y distribución de la luz LED requiere de un trabajo detallado, además de productos con certificaciones de seguridad que garanticen el buen funcionamiento para el cuidado de la salud, por eso se recomienda contar con la asesoría de expertos”, explicó Calderón.
La adaptación que tiene la luz LED permite que pueda ser medible en la cantidad y calidad requerida para los diversos ambientes. Se espera que en un mediano plazo, las luminarias se incorporen con sistemas de interconexión a través de la red, para manipular la temperatura de color y así brindar mayor confort y el uso de tecnología más eficiente que contribuya con el ahorro energético de los proyectos, volviéndolos más eficientes y responsables con el medio ambiente.
Comments