Por: Fernando Escalante, Director del Centro de atención a clientes para Schneider Electric en Centroamérica.
Se proyecta que para el año 2050, en las ciudades vivirán más de 2,5 billones de personas1, 50 billones de dispositivos y objetos estarán conectados digitalmente2 y el consumo de energía aumentará en un 50%3. Además, uno de los retos importantes respecto al cuidado del ambiente es recortar a la mitad las emisiones de CO2 y globalmente el 39% del CO2 , causante del calentamiento global, que está relacionado con la energía se puede atribuir al sector de la construcción y los edificios.
Para ese momento, los edificios van a representar el 13% del stock mundial y con el desarrollo de las metrópolis, se incrementan los retos de sostenibilidad, ya que las ciudades son las responsables de consumir el 60% de la energía mundial, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fernando Escalante, Director del Centro de atención a clientes para Schneider Electric en Centroamérica.
Este incremento en la demanda de la energía se traducirá, en el futuro, en digitalización y automatización de los procesos que ocurren dentro de los edificios, enfocándose en aumentar la eficiencia energética y la seguridad de las personas, mientras se reduce el impacto ambiental.
Además, 2022 será un año donde el personal regresará a trabajar a las oficinas, ya sea algunos o todos los días de la semana por lo que los sistemas eléctricos, telecomunicaciones, de aire acondicionado, seguridad, iluminación entre otros deben tener la capacidad de adaptarse automáticamente de acuerdo a la cantidad de personal.
La tendencia para 2022 es que los edificios del futuro sean completamente digitales y eléctricos centrándose en las necesidades y el confort de las personas, en una mayor protección de los activos, así como que buscarán controlar los aspectos relevantes a la salud y sanidad de los habitantes de estos, todo esto de una manera sostenible.
Entre los beneficios que ofrece la automatización de los edificios está la optimización de costos del inmueble, ya que se alcanza una mejora en la eficiencia operacional, que permite ahorros de un 30% o más en energía y agua, así como también, contribuye hasta en un 35% la disminución de gases. Además, la inversión que se realiza en el inmueble incrementará su valor.
La conectividad de distintas funciones del edificio como la iluminación, acceso a puertas y seguridad, aire acondicionado, entre otros, permite generar datos que producen alertas para indicar si algo falla y mejor aún, el análisis de esta data permite no solo detectar, sino predecirlo, gracias a la inteligencia artificial. Se puede hacer un análisis predictivo de data que permita generar distintos escenarios para mejora la operación del inmueble, evitando daño de equipos y garantizando la satisfacción de las personas que lo habitan.
Actualmente, un 75% de los costos de los edificios se deben a la operación y mantenimiento y se prevé que la digitalización en los edificios permitiría un 20% de ahorros por año según un estudio de Schneider Electric. Estos ahorros se logran por medio del mantenimiento remoto de los activos en el edificio, la conectividad, el aprovechamiento de los recursos por medio de los datos y la reducción de fallas a través de sistemas que utilicen la Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial.
Respecto a la sostenibilidad, los edificios existentes tienen el mayor potencial de eficiencia energética sin explorar (82%) y con la automatización se estima que pueden alcanzar entre un 30% y un 50% de eficiencia energética.
El ‘big data’ que genera un edificio conectado permite el análisis y gestión para mejorar la eficiencia de todo tipo de recursos y servicios internos. Según la firma de investigación Berg Insight, en 2022 habrá 483 millones de dispositivos en edificios en todo el mundo, lo que representa un crecimiento anual de 33% respecto al 2021.
Un edificio conectado también puede tener sensores de acceso, control de visitación, medición de temperatura, entre otros, que generan un volumen importante de información diaria que permite la trazabilidad y seguridad sanitaria de los habitantes. Y las posibilidades de conectar objetos se amplían y parecen ser ilimitadas; hablamos entonces de escritorios o cubos de basura conectados para generar data de utilidad a través del IoT.
Para cumplir el objetivo de aprovechamiento, toda esta información se debe saber recopilar, relacionar y almacenar; y el reto está en que las personas a cargo tengan la capacidad de operar los sistemas digitales como BMS (Building Management System) que se encargan del manejo de la data. Hasta ahora, la madurez de los BMS instalados en edificios de América Latina es muy baja, ya que solo el 2 por ciento de los inmuebles que tienen este sistema alcanzan el alto desempeño. Además, únicamente, el 20 por ciento de operadores utilizan el 80 por ciento de la capacidad del BMS.
Le puede interesar: ¿Cómo automatizar una bodega y hacer más eficiente su negocio?
Además, las herramientas de ciberseguridad y protección de datos son soluciones con una mayor demanda debido a que es vital proteger la información de ciberataques o virus cibernéticos. Se estima que el costo anual de daños causados por el ciber crimen global será de $6 billones para el 2021, según el estudio de Official Annual Cybercrime Report.
Finalmente, la Realidad Aumentada también brinda la posibilidad de que el personal, por medio de una cámara, pueda ver el estado real de los sistemas de temperatura, de iluminación y aire acondicionado sin tener que trasladarse a un cuarto de control. Esta tecnología de punta brinda la posibilidad de activar alarmas y sensores en sitio y tener acceso a manuales de mantenimiento y notas de otros usuarios como compañeros de trabajo.
Los edificios del futuro serán un lugar más pleno para desarrollar nuestras actividades, con mayor seguridad, mucho mayor confort y más eficientes en la gestión de sus recursos, lo que nos va a permitir ahorrar energía, justo en este momento cuando el mundo se enfrenta al enorme reto de mantener las sociedades en la que vivimos sin afectar a nuestro planeta. Las herramientas para obtener los beneficios de la automatización están creadas, sólo se debe dar el paso para aprovechar la tecnología en beneficio del planeta y la calidad de vida de las personas.
Commentaires