McKinsey presentó los resultados de su estudio “perspectiva energética mundial 2024” y entre otros datos, revela un alto crecimiento de la demanda y una aceleración en la transición hacia fuentes sostenibles de producción.
De acuerdo con la firma, las emisiones mundiales alcanzarán su punto máximo en un futuro cercano antes de comenzar a disminuir y esto se prevé que inicie a partir del próximo año 2025 y dure hasta el 2035 para comenzar a reducirse.
El estudio se enfocó en prever los impactos que tendrá para el año 2050 y uno de estos es el consumo de electricidad que podría “duplicarse en los escenarios de transición más lentos, y casi triplicarse en los más rápidos”.
Se concluye que para 2050 el consumo de energía crecería hasta un 21% a nivel mundial, con un impacto interesante por las tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial, nube y criptomonedas, que representaría entre el 5 y el 9% del repunte.
Hacia un futuro renovable
El estudio también reveló que las fuentes de energía renovable seguirán siendo el mejor mix energético para todos los países y se espera que las fuentes de generación bajas en carbono representen entre el 65% y el 80% de la generación mundial de electricidad en el 2050. Actualmente representan sólo el 32%.
En este sentido, no sólo la generación juega un papel importante, sino también la transmisión y distribución, en donde se espera que las inversiones se tripliquen para alcanzar una mayor cobertura a nivel mundial.
“La transición hacia energías limpias necesita equilibrarse con la asequibilidad, la resiliencia del sistema energético y la seguridad energética, todo en un entorno económico cada vez más incierto”, se resalta en un comunicado de McKinsey.
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