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Editorial Construir

¿Cuáles son las nuevas formas de financiamiento inmobiliario que surgen en Guatemala?

El mercado inmobiliario en Guatemala se encuentra, de la mano del sector construcción, experimentando un crecimiento y evolución, esto provoca también que la oferta sea mayor y que incluso en algunos tipos de productos pueda existir una sobreoferta.

Pero esto no es totalmente negativo, ya que obliga a los desarrolladores a ser creativos para un mercado cada vez más exigente y buscar diferenciadores para sobresalir entre todos los proyectos en construcción.

Dentro de esta evolución, un grupo de empresarios integrados a “Expande”, buscan transformar la forma de atraer inversiones en el sector inmobiliario e impulsan una nueva modalidad que abre la puerta a particulares, pequeños empresarios y capitales de bajo monto para ser socios en proyectos de alto impacto.

Esta forma de realizar inversiones es nueva en Guatemala, más no así en países con más desarrollo. Es bastante similar a lo que en Estados Unidos se conoce con el nombre de Real Estate Investment Trusts (REIT) y en México como Fibras.   


Su aplicación

El Ing. Fernando Marroquín, miembro de Expande, explicó que en la actualidad las inversiones inmobiliarias están destinados nada más para los desarrolladores, el sector financiero y grandes capitales.

Expande ya se encuentra implementando esta propuesta en su primer proyecto en Guatemala: Vilaflor, un complejo de uso mixto abierto que se construye en Carretera a El Salvador y en donde proponen dos opciones de inversión para constituir una copropiedad inmobiliaria:

  1. Inversión por Utilidad: Para proyectos que serán totalmente vendidos (apartamentos por ejemplo) y en donde en tres a cinco años se reintegra el monto de inversión con los rendimientos y utilidades ganados.

  2. Inversión por Rentas: Proyectos comerciales sobre todo, en donde se rentaran los espacios y que puede ser por un tiempo indefinido y que generan utilidades de las rentas cada tres meses sobre el monto de inversión.

Marroquín explicó que lo que buscan es crear una comunidad de inversión inmobiliaria y que para los montos de aporte principal también existen dos opciones:

  1. US$30.000 fraccionando y que comenzará ganando utilidades del 7%.

  2. US$75.000 al contando y que ganará utilidades del 8%.

En ambos casos, los porcentajes de utilidades que ganan se estarían ajustando al alza cada año según la plusvalía que gane el proyecto.

El entrevistado indicó que cada proyecto inmobiliario tendrá sus propias condiciones y montos de inversión, pero que la idea es dar acceso a capitales pequeños y sobre todo ceder hasta el 45% del proyecto en este modelo, manteniendo el 65% bajo un modelo convencional para garantizar su buena operación.


Otra de las ventas que ofrece este modelo de inversión, sumado al retorno competitivo de la inversión, es que como inversionistas los socios se despreocupan de la operación del inmueble, ya que esto quedaría delegado a expertos en el tema y coordinado por la empresa o socios mayoritarios.

“Es parte  de la evolución de un mercado en desarrollo. Se debe complementar por medio de leyes y regulaciones en el tema inmobiliario. Lo que proponemos actualmente es lo que se adapta a las regulaciones existentes”, finalizó el entrevistado.

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