La construcción se paralizó en Panamá por una huelga enmarcada en las protestas que se extienden desde hace más de una semana por el país contra el alto costo de la vida, y que están provocando escasez de algunos alimentos en la capital.
El sindicato de la construcción Suntracs inició una huelga de “advertencia de 24 horas” que alcanzó un seguimiento del 96 %, aseguró el secretario general, Saúl Méndez, que reiteró que exigen una bajada del precio de los medicamentos, de los alimentos y del combustible, y un aumento general de salarios, entre otros.
El líder sindical alertó que las acciones de presión podrían radicalizarse si se cumplen amenazas del Ministerio de Seguridad de Panamá de adoptar medidas represivas contra los manifestantes. “Este pueblo no se va a rendir, porque está cabreado (molesto) del robo, la corrupción, del alto costo de la vida, de ser humillado, ahogado en miseria para proteger los intereses del poder económico”, remarcó.
El país centroamericano es escenario hace varias semanas de manifestaciones y protestas que obligaron al Ejecutivo a tomar medidas de contención de gastos y reducción del precio de la gasolina y unos 10 rubros de alimentos, consideradas insuficientes por movimientos populares, gremios y organizaciones sindicales.
Hace cuatro años, en 2018, los constructores decretaron también un paro que duró 30 días y tuvo un impacto de poco más de 1,0 por ciento en el crecimiento del Producto Interno Bruto y pérdidas multimillonarias en la economía panameña.
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