Por: Malka Mekler
El Biomuseo de Frank Gehry, reconocido arquitecto mundialmente, es su primera obra en Latinoamérica y en el trópico. Se diseñó con el objetivo de contar la historia de cómo el istmo de Panamá surgió del mar, está ubicado en la Calzada de Amador, un área prominente a la entrada del Canal de Panamá en el océano Pacífico.
Dicho proyecto consta de 4.000 metros cuadrados y cuenta con ocho galerías de exhibición permanentes diseñadas por Bruce Mau Design. También incluye un atrio público, un espacio para exhibiciones temporales, una tienda, una cafetería y múltiples exhibiciones exteriores dispuestas en un parque botánico.
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Según lo informado por el medio digital “TVN-Noticias” el Biomuseo implementó una innovadora tecnología utilizada neuromarketing la cual permite medir la huella emocional y el significativo impacto positivo que se lleva cada visitante luego de recorrer este espacio.
Para esta investigación se utilizaron los dispositivos de Eye Tracking Móvil con visitantes escogidos aleatoriamente. Asimismo, se instaló en el atrio central un Punto de Monitorización con pantallas y dispositivos de Eye Tracking Fijo, Neurosensores-EEG, un software de análisis de expresión facial y medidores de la actividad electrodermal conocidos como Galvanic Skin Response.
El Biomuseo ha tenido un gran impacto con los residentes de Panamá, ya que este se ha convertido en un sitio agradable para visitar con la familia y de paso que los más pequeños aprendan sobre la historia del país de una manera más entretenida. Además, en el museo se encuentran réplicas a tamaño real de animales que ya estan extintos.
El museo despierta un interés muy grande entre sus visitantes y se confirma, por medio de los estudios realizados, que hay compromiso, atención e interés en más del 20% de sus visitantes.
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