Tan solo en el último año, esta zona franca creció 30,126 metros cuadrados que se distribuyen en seis compañías que manufacturan dispositivos médicos.
Los indicadores positivos dentro de la industria de Ciencias de la Vida en Costa Rica continúan en aumento. En este caso, Coyol Free Zone reportó un significativo crecimiento a nivel de metros cuadrados destinados a cubrir las necesidades de las empresas que cuentan con operaciones en el país.
Tan solo en el último año, la zona franca creció 30,126 metros cuadrados los cuales se distribuyen en seis compañías que manufacturan dispositivos médicos desde el territorio nacional y con el apoyo del talento local.
“Las empresas de dispositivos médicos y tecnologías encuentran en Coyol Free Zone una apuesta segura para crecer. El grupo desarrollador que respalda el parque cuenta con una visión que apunta a la construcción sostenible, con un equipo de ingenieros especializado en edificios industriales y rigurosos estándares globales de bioseguridad y calidad” indicó Carlos Wong, director general del grupo.
En la actualidad, el parque dispone de dos proyectos de construcción aún en marcha y uno más en diseño, lo que garantiza la generación de empleo temporal y encadenamientos productivos con negocios locales.
Por su parte, Coyol Free Zone se encuentra compuesta por un total de 297,625 metros cuadrados que abarcan 33 compañías de Ciencias de la Vida, 7 de las cuales forman parte del Top 30 de Ciencias de la Vida a nivel mundial, siendo estas Medtronic, Philips, Cardinal Health, Abbott Medical, Smith & Nephew, Microvention-Terumo y Hologic.
Asimismo, un 19% del área total construida corresponde a edificaciones con Certificación LEED, así como jardines eco-eficientes, diseñados y construidos con el fin de minimizar el impacto en el medio ambiente. Cabe destacar que esta es la primera zona franca del país en obtener la certificación ISO 9001:2015 para la Gestión de Proyectos de Construcción.
Por otro lado, las fachadas de las edificaciones están compuestas por una combinación de panel de concreto o panel metálico, lo cual permite un aislamiento térmico de las bodegas y evita el consumo de refrigerantes. Los techos fueron construidos con materiales que ayudan a mejorar el aislamiento interno y externo para reducir el consumo eléctrico y de aires acondicionados.
Además, todos los proyectos que se desarrollan en la zona franca cuentan con mediciones de electricidad y agua potable para monitorear el consumo y evitar fugas o desperfectos. La operación completa de Coyol Free Zone supera los US$400 millones de inversión.
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