La certificación en gestión de calidad no solo brinda un aumento en la eficiencia y la fidelidad del cliente a corto plazo, sino que también ofrece beneficios a mediano y largo plazo, incluida la continuidad del negocio y lograr que la estrategia de la compañía se materialice.
El camino hacia la certificación en gestión de calidad se presenta como una solución para aquellas empresas que buscan sobresalir en un mercado altamente competitivo. Claro está, este trayecto va a depender del tamaño de la organización, su presupuesto y el ritmo con el que quieran llevar este proceso.
Matra certificó su sistema de gestión de calidad conforme a la norma ISO-9001:2015. Esta certificación refuerza el compromiso de la compañía con la satisfacción de los clientes y viene a servir como una guía para adaptarse a las exigencias del mercado y así asegurar la calidad y continuidad de la operación a lo largo de las 15 sucursales de Matra en el país.
En un esfuerzo por promover la excelencia y la mejora continua en el ámbito empresarial, Carolina Castro, jefa de Calidad y Procesos de Matra, compartió los 10 pasos clave que las empresas deben seguir para obtener esta certificación:
Comprender y cumplir con los requisitos normativos y legales en torno a la calidad del producto o servicio ofrecido. Estos son fundamentales para garantizar que la empresa cumpla con los estándares establecidos y proporcione productos o servicios confiables a sus clientes.
Analizar el entorno de la organización, identificando sus amenazas, oportunidades, debilidades y fortalezas. Esta comprensión es esencial para desarrollar un sistema de gestión sólido y adaptado a las necesidades específicas de la empresa y de cara al mercado.
Diseñar el sistema de gestión, siguiendo las pautas establecidas en la norma ISO-9001. El modelo PHVA (Planear, Hacer, Verificar y Actuar) se utiliza como guía para construir procesos efectivos y eficientes que cumplan con los requisitos de calidad.
Documentar todos los procesos de la organización, evidenciando cómo se cumplen los requisitos de la norma. Esta documentación es clave y obligatoria para demostrar la conformidad con los estándares establecidos.
Formar y capacitar al personal de la empresa, así como involucrar a todas las partes interesadas, incluidos clientes, proveedores y colaboradores. La cultura organizacional debe adaptarse para “abrazar el compromiso” con la calidad.
Una vez implementado el sistema, se llevan a cabo auditorías internas para evaluar el cumplimiento de los requisitos establecidos. Estas auditorías permiten a la empresa identificar oportunidades de mejora y corregir posibles no conformidades.
Hacer una auditoría externa, realizada por profesionales especializados, para verificar el cumplimiento de los estándares y otorgar la certificación en gestión de calidad.
Establecer acciones correctivas basadas en los resultados de las auditorías, desempeño de los procesos y retroalimentación del cliente es fundamental para enmendar cualquier brecha entre lo que la empresa hace, lo que la norma requiere y los clientes esperan.
Se debe registrar el sistema y solicitar la auditoría por parte de un ente verificador independiente, reafirmando el compromiso de la organización con la calidad.
Es importante contar con el apoyo de la alta gerencia y compromiso de todo el personal.
“El mayor reto de lograr certificar a una empresa es el cambio de cultura organizacional. Llegar a una disciplina operativa es algo que se construye. Es circular, infinito, es un ciclo de mejora continua. Salir de la zona de la zona de confort es un gran reto y el mayor reto es lograr que todas las partes interesadas lo hagan”, puntualizó la jefa de Calidad y Procesos de Matra.
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