El desarrollo inmobiliario se encuentra diseñado bajo una arquitectura colonial y está integrado por 225 residencias de vivienda en serie en un total de dos fases, la primera de estas ya finalizada y la segunda en construcción.
Oscar Lara, jefe de ventas de Proyectos L&M, comentó que el complejo estará integrado por 38.000m2 destinados para el desarrollo de vivienda y 17.000m2 de área verde para senderos ecológicos y espacios para amenidades al aire libre.
La opción de viviendas será de uno y dos niveles con 2, 3 y 4 habitaciones con una construcción de entre 70 a 135m2.
De acuerdo con la desarrolladora, el modelo de construcción del proyecto es de casa modular y en donde los propietarios tendrán la flexibilidad de ajustar el interior de acuerdo a sus necesidades. Los acabados tendrán que ser en colores característicos de la Antigua Guatemala: rojo, amarillo, celeste y blanco.
La única restricción del complejo estará enfocada en respetar la arquitectura colonial del concepto principal.
Por otro lado, debido al impacto que tendrá este desarrollo inmobiliario, la desarrolladora implementará un proyecto de infraestructura vial para el ingreso al mismo y obras complementarias para no provocar daños a vecindades y cumplir con estándares de sostenibilidad.
“El proyecto está enfocado para viviendas de fin de semana, se le agregaron amenidades como piscina, senderos verdes, entre otros que permiten que una familia pueda disfrutar de un descanso sin salir del complejo”, afirmó Lara.
Además, dentro de los atractivos del condominio se encuentra un club social, canchas polideportivas y un espacio de preservación ecológica como parte de una reforestación que la desarrolladora realizará con más de 10.000 árboles.
Los precios de las viviendas oscilan entre los Q465.000 para una vivienda de un nivel con sistema constructivo reforzado para poder ampliarla y de 70m2, y Q835.000 para una vivienda de 135m2 de dos niveles y cuatro dormitorios.
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