La región debería llevar las políticas públicas a generar un escenario donde se habilite la inversión, la investigación y la apertura en procesos de optimización del uso de la energía.
En 2023 el World Economic Forum destacó la necesidad crítica de duplicar el progreso en eficiencia energética a nivel global para cumplir con los objetivos climáticos. Particularmente América Latina tiene el potencial de satisfacer su demanda de energía mediante fuentes renovables. De hecho, la propia Agencia Internacional de Energía (AIE) señaló que, con cambios en las políticas gubernamentales hacia una transición más rápida, la región podría alcanzar un funcionamiento cercano al 100% con una perspectiva verde para 2050.
En relación con lo anterior, uno de los países que está transitando hacia políticas de eficiencia energética es Ecuador, que cuenta con un plan nacional dentro de la “Agenda 2030” en esta materia. Marco Maldonado, Team Leader Channel & Territory Ecuador de Rockwell Automation, destaca este punto, indicando que el país sudamericano hoy cuenta con políticas, las cuales apuntan decididamente hacia la reducción de la huella de carbono.
“Actualmente el Gobierno impulsa iniciativas para optimizar las operaciones, porque precisamente la eficiencia energética está ligada a la eficiencia operacional. Por esta razón, se habla de la ISO 50001 (Sistemas de gestión de la energía), una norma que soporta los procedimientos para mejorar el consumo energético y aportar en la reducción de la huella de carbono que no sólo está impactando a Ecuador, sino que, al resto de América Latina, donde las empresas la han estado incorporando, aprovechando las tecnologías de transformación digital para alcanzar tanto la sustentabilidad como la sostenibilidad a nivel productivo”, dice el ejecutivo.
En comparación con la región, Maldonado sostiene que en los últimos años Ecuador ha dado pasos importantes para optimizar el uso de los recursos que posee y preocuparse especialmente por el medioambiente. “Si bien el país se encuentra en una etapa temprana respecto a la implementación de tecnologías de eficiencia energética y del cuidado de nuestro entorno natural, se está comenzando a ver la curva de madurez de las iniciativas y las políticas desarrolladas en este sentido. Y no cabe duda de que el país es privilegiado porque está en la zona meridional dado su clima, agua y diversidad, lo que puede apuntalar la participación de energías limpias en su matriz”, precisa el experto.
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En cuanto a desafíos, Maldonado comenta que la región debería llevar las políticas públicas a generar un escenario donde se habilite la inversión, la investigación y la apertura en procesos de optimización del uso de la energía. “Ecuador y el resto de nuestro continente debe seguir impulsando medidas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la ONU en los objetivos 9 y 12, donde la eficiencia energética, el uso de fuentes renovables y la promoción de infraestructuras sostenibles y resilientes son aspectos fundamentales para concretar la Agenda 2030”, concluye el especialista.
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