top of page
Foto del escritorLuis Arevalo

“Actualmente estamos incubando riesgo sísmico en aumento en el interior del país”: Ing. Civil, PhD Héctor Mozón Despang

  • Encargado de la firma de diseño estructural Sismoconsult ha vivido eventos sísmicos devastadores y diseñado la gran mayoría de estructuras sismorresistentes en Guatemala. 


Por: Luis Fernando Arevalo | luis.arevalo@connectab2b.com


Con más de 50 años dedicados a la ingeniería estructural y diseño antisísmico, el Ingeniero Héctor Monzón Despang es considerado como uno de los pioneros en estructuras sismorresistentes no solo en Guatemala, sino en toda Latinoamérica. 


Su visión le ha permitido participar en las obras de construcción más importantes del país y hoy comparte con los lectores de Revista Construir su visión sobre la realidad y futuro del diseño estructural. 


¿Cuál es su área de especialización y por qué decidió entrar a este campo? 


Mi especialización es la ingeniería sismorresistente que es una especialidad de la ingeniería estructural. Algunos de mis maestros de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala a finales de los años 60´s me condujeron hacía acá (...) a partir de ahí la suerte me abrió oportunidad (y quiero enfatizar que la suerte es un hilo conductor): El terremoto de 1976 trajo a Guatemala delegaciones de expertos de todo el mundo y a mí me tocó en suerte atender por una semana a la delegación de la Universidad de Stanford, California. Al dejarlos en el aeropuerto, el profesor HareshShah sacó un formulario y me dijo “llénalo y estarás aceptado para una maestría en Stanford con todos los gastos pagados”, ellos me ayudaron durante 3 años hasta lograr el Doctorado en Sismorresistencia. 


Decidí volver de California en 1983 y trabajar por mi cuenta, a pesar de tener oportunidades allá. El principio fue difícil, había escasos proyectos, pero por medio de un gran amigo, de nuevo la suerte vino en mi auxilio con consultoría sísmicas para las agencias alemanas GTZ y KFW. 

¿Cuáles han sido los tres proyectos más emblemáticos en los que ha trabajado y por qué? 

Esta pregunta no tiene respuesta; si usted le pregunta a una persona cuál es su hijo preferido no va a obtener respuesta. En mi caso he intervenido desde 1973 en estructuras de edificios en Guatemala, El Salvador, Honduras y Paraguay; tuve la oportunidad de estructurar el Centro Gerencial Las Margaritas, Tikal Futura, Zona Pradera, Tiffany Novena, el Domo de la zona 13 y Casa de Dios, que aún se cuentan entre los auditorios de mayor claro libre en Guatemala. Participé también en el rescate del puente Río Dulce, dañado por un sismo en 1999 y los edificios de mayor altura en los que he trabajo se encuentran en El Salvador y Paraguay, en este último tengo actualmente una torre de 220 metros de altura en desarrollo. 


¿Cómo ha evolucionado el diseño estructural en los últimos 15 años? 

El diseño de edificaciones ha podido basarse en los últimos 13 años en las Normas de Seguridad Estructural AGIES NSE desde que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) las incorporó a sus Normas de Reducción de Desastres. 


Desafortunadamente no todas las municipalidades exigen el cumplimiento de normas para otorgar licencias, quizás porque suponen que las NSE aplican solo a obra mayor y están equivocados. Considero que AGIES debe poner sobre la mesa más manuales simplificados para que, incorporados a las NRD, establezcan reglas que técnicos de la construcción formalmente capacitados las apliquen por exigencia municipal en general. 


¿Cuál es el rol de la tecnología en el diseño estructural y edificios sismorresistentes? 

La tecnología actual permite que edificaciones bien planteadas no colapsen en sismos extremos, pero su desempeño elástico (desempeño sin daño) es aún inferior al embate de sismos muy intensos. Dependemos de un recurso llamado “ductilidad”, que es una reserva de absorción de energía sísmica que mantiene la edificación en pie al costo de autoinfligirse daño, generalmente reparable; se sobrevive bien al sismo, pero hay que reparar. Y en las últimas décadas los análisis cuantitativos de amenaza sísmica han contribuido a establecer el nivel de sismicidad apropiado para diseñar estructuras en cada lugar. 


¿Están respondiendo las empresas de construcción a la necesidad de una construcción sismorresistente? 

Depende un tanto de la política comercial de los desarrolladores. Especialmente en obra mayor, hay numerosos desarrolladores que aceptan sin discusión diseños estructurales que incorporan todos los requerimientos de la sismorresistencia actual. No obstante, en obra mediana, si hay a veces presión de algún desarrollador, que desea ofrecer mejores precios, de obtener diseños al límite de lo permitido por los documentos normativos; a veces piensa uno que hay diseño que, quizás sin proponérselo el diseñador, ofrecen el equivalente de automóviles sin bolsas de aire, ni frenos ABS; al fin, antes, estos dispositivos ni venían en el auto. 

¿Qué desafíos enfrentamos como país en la actualidad en materia de construcción sismorresistente? 

Actualmente estamos incubando riesgo sísmico en aumento en el interior del país. Hay mucho desorden con la construcción mejor y no se reconoce suficientemente, ni en general las municipalidad existen una certificación de capacitación del maestro de obra ejecutor, por alguna de las varias escuelas técnicas, que si las hay y muy buenas. 


¿Cómo visualiza el futuro del diseño estructural para los próximos 10 años? 

Hay que confiar en que la tecnología y las normas, ambas de la mano, ofrezcan diseños de edificaciones que se desempeñen cada vez con menor daño durante sismos significativos (y que debemos considerar que alguno puede ocurrir en cualquier momento).  Nuevas tecnologías como aislamiento sísmico o amortiguamiento sísmico se puede esperar que se soliciten cada vez más; actualmente ya hay varias instancias en el país.


Pero no todo está del lado estructural.  El tipo de demanda del consumidor y lo que el desarrollador oferta también cuenta; un ejemplo es el uso extenso de mampostería adentro y en fachadas de edificios que son relativamente flexibles; esta mampostería no es estructural pero incurrirá inevitables agrietamientos que requerirán reparaciones que desalojarán temporalmente a los ocupantes.


En todo caso, el diseñador arquitectónico y el diseñador estructural deben desde ahora unir esfuerzos para ofrecer componentes no-estructurales menos vulnerables.Conforme las estructuras mejoran, el desempeño sísmico de los componentes no-estructurales se vuelve más relevante. 




Comentarios


bottom of page