Hábitat para la Humanidad junto a la Federación Interamericana del Cemento (FICEM), anunciaron una nueva iniciativa “100 mil pisos para jugar” la cual reemplazará 100 pisos de tierra por concreto en viviendas vulnerables en todo Latinoamérica y el Caribe. Asimismo, según la necesidad de cada hogar, se brindarán soluciones para el acceso a agua y/o cocinas mejoradas, con el objetivo de generar un entorno digno y saludable para el desarrollo sostenible e inclusivo de las familias.
“100 mil pasos para jugar” nace tras el éxito en el proyecto piloto del programa Pisos S3 desarrollado en Guatemala en 2021, el cual se realizó en alianza con Cementos Progreso, FICEM, Hábitat para la Humanidad Guatemala, el Instituto del Cemento y del Concreto de Guatemala, y la Red de Empresarios Indígenas.
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“En Hábitat para la Humanidad tenemos amplia experiencia en este tipo de intervenciones en la región, ya que las trabajamos regularmente en los países en donde tenemos presencia. Somos testigos de cómo este tipo de mejoramientos traen un enorme cambio en la calidad de vida y salud de las familias, ya que se les brinda un entorno adecuado y saludable desde donde edificar un mejor futuro. Con “100 mil pisos para jugar” tenemos una gran oportunidad de generar un beneficio social que impactará positivamente a miles de vidas”, explica Ernesto Castro, vicepresidente del Área de Hábitat para la Humanidad para América Latina y el Caribe.
Por su parte, María José García, directora ejecutiva de FICEM, asegura que “el programa PISOS S3 de sustitución de pisos de tierra por pisos de concreto para los países de América Latina y El Caribe, fue planteado en 2020 por la industria del cemento regional buscando mejorar la salud y el bienestar de las familias más vulnerables en condición de pobreza, creando viviendas más Saludables, Seguras y Sostenibles (S3). Hoy, en conjunto con Hábitat para la Humanidad, buscamos unir esfuerzos a través de la iniciativa “100 mil pisos para jugar” con el objetivo de transformar la vida de 100.000 familias al 2028 en toda la región. Entendemos que es un desafío grande que tendrá que abordarse con prudencia y responsabilidad, pero también es cierto que se requiere movilizar el interés, el compromiso regional y alianzas necesarias para conseguirlo”.
Es importante mencionar que el proyecto piloto se enfocó en la construcción de un total de 1.080 m2 de pisos de concreto beneficiando 32 familias de cinco comunidades indígenas del municipio de San Juan Sacatepéquez. De forma integral al cambio del piso, se incluyó la distribución de filtros purificadores de agua y se realizaron capacitaciones relacionadas con hogares saludables, manejo de filtro y uso y mantenimiento del piso, a las familias beneficiadas.
“Llevar los 100 mil pisos para jugar en la región generarían un cambio vital para estas familias. Debemos considerar que los pisos de concreto tienen un bajo costo, son amigables con el medio ambiente, su material principal es producido localmente y crean un confort climático en la vivienda. Este tipo de intervenciones realmente salvan vidas, previenen enfermedades, mejoran la calidad de vida, contribuyen a la reducción de la pobreza, ayudan a mitigar el cambio climático y contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, indica García.
Esta iniciativa va dirigida a familias de toda Latinoamérica y el Caribe en condición de pobreza, que habiten en viviendas construidas con materiales de mala calidad, haciéndolas más vulnerables a los impactos del cambio climático, con un piso en el que el material predominante sea la tierra u otra en muy mal estado.
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